FUGA SINIESTRA Y ACERBA

Se convirtió en el verdugo
y de su lobreguez surgieron sus colmillos
que camaloneados acechaban en el alquitrán
para maquinar la vida,
de la que en travesía de anhelos y desalientos
obstinada pretendía un paraíso de aguamiel y azuladas ilusiones.

Se perdió en el cauce sin tocar su delta

Suspendido quedó en la superficie de aquel mar jamás rebosado,
Se marchó sin advertir la profundidad de sus húmedas complacencias
Emigró con su negro ropaje
Fugándose en silencio… y su estela se desvaneció en el viento…
Tapó sus oídos para no escuchar el lamento.

Sus ojos cubrió para no ver la avalancha

que en lenguas de fuego arrasaba el alma

y de alquitrán bañaba el espacio.

Y la calle se agitó en su tráfico de almas
despertando el día presuroso

que de lejos observaba su partida…

La otra dormía sin enterarse apenas
de su fugaz y repentina huida de la cárcel de sus sueños,
sueños que no eran sueños, sino simples realidades camufladas y engañosas.

Se fueron los gloriosos días de hechizos y encantos
Quedará sólo la lluvia a través de una ventana…

Amy/ Marzo 3 de 2009