lunes, 1 de mayo de 2006
ECOS DE LIBERTAD
¿Cómo puedes tú, iluso, pensar en libertad, si en tu interior se debate el miedo?
¿Cuándo no te perteneces? ¿Cuándo todo te lo imponen?
No oses llamarte libre...
Tú... que en la tibia soledad de tu lecho temes abrazar fantasías y construir un mañana,
Tú... que no conoces el amor y rehúsas compartir y ser amado.
No profanes la palabra libertad, llamándote libre,
Cuando en el atardecer de tu vida no das acceso al sol y esperas que la oscuridad pueble tus días de temor y de ajenas esperanzas;
Cuando tu mente se anquilosa ante el saber... y se enmohece.
Despierta y mira la verdad del mundo...
Aniquila tu yo esclavo y sé el señor y el edil de tu presente;
Navega en las delicias del amor que en puerto seguro enciende, solo para ti, su faro,
Y no temas cuando su luz te abandone, porque es a él a quien ella pertenece...
Y tú...
Tú continuarás siendo el amo de tu propia hoguera;
tú... que de la zozobra y la tristeza harás un festín,
tú... que ya no serás el Adán, que ante su desnudez se esconde,
pues has descubierto que el ser TÚ es la LIBERTAD,
Porque a la atrevida realidad te enfrentas,
sin recelos, sin apegos que enturbien tu felicidad.
Tú... que al saber darás acceso y que al arduo trabajo te entregarás con placer,
Ahora... que las borrascas se esfumaron,
Y que a la libertad, que siempre en ti reposaba, quitaste el velo...
Ámate y ama el mundo... has conquistado tu libertad.
Noble animal símbolo de Libertad. Inconsciente el hombre que sólo mira en ti, tu fuerza y labor... que te degrada en las calles con su maltrato... que ignorante posa en ti cargas que sobrepasan tus fuerzas.
Amy / octubre de 1995
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