Alguien me dijo que me mostrase como soy,
que mis palabras fuesen plasmadas
como miel que acaricia los labios...
como cálidos pétalos que en su suavidad
se convierten en sublimes capullos en flor
que penetran corazones furtivos...
corazones tal vez dormidos por los siglos.
Cuanto desearía
que mis palabras se esparcieran...
que mis versos portaran el nectar
y alimentaran el espacio
Anhelaría que mis palabras
vibraran como canto en cercanía
como viento en lontananza.
Que avizoraran el sempiterno espacio
y en silente eco fraguaran el Amor
quizá vencido.
Que mis palabras
se perpetuaran en magnos versos
que no permitieran espejismos, ni entelequias.
Como dulzura de manantial que libre corre
como savia que nutre y enamora,
así quisiera yo...
anclaran mis palabras para siempre.