Adaptación del original "Un reloj marca las horas de tu ausencia"
de Nov. 26 de 2005
Eras silencio que en la distancia alimentaba,
y como guardián y dueño de sus noches te erigías
y llegabas y palpabas
a tu antojo, lo que no se te prohibía.
Mientras… la
distancia y el tiempo el alma corroían,
la nostalgia
lastimaba y el animo menguaba…
Y en las noches no
se resignaba a soñar a la luz de la obstinada luna,
- la realidad pervivía -
- la realidad pervivía -
y los relojes
marcaban las azarosas y mudas sombras…
- ¿de la eterna ausencia? -
- ¿de la eterna ausencia? -
y en las notas noctámbulas del silencio,
solo atisbaba a
escuchar el sordo murmullo de tu respiración.
Eterno calendario
de infinitas esperanzas que un día fueron…
Navío que en el
horizonte su rumbo derrochó…
A tu voz y a tus entrañas se aferraba
soñandose poseedora de tu cuerpo…
- ilusa ella -
- ilusa ella -
Benditos sueños de
tus manos en su piel,
En ellas creía ver
paridas sus esperanzas… su pasión.
Benditos sueños
que hoy tal vez se mecen en la espuma de otro mar…
En los instantes
quemados por el sol..
En las horas
codiciadas por la fausta noche.
Era sombría la
estancia sin ti,
- Gélidas sábanas sobre su lecho -
En aquel espacio
vacío, que un día por ti aguardó.
En su ser vivías y por
siglos a ti se consagró;
mas el cansancio
de la espera impredecible
y las quimeras… y
los retruécanos… y las ficciones…
a sucorazón le
ganaron la batalla.
Y fue así que la
lucha abandonó.
Hoy quizá navegue en las olas de otro mar en calma y verdadero...
Hoy quizá navegue en las olas de otro mar en calma y verdadero...
Amy/ Nov. 24 de
2012